SENDERISMO

Si te estás iniciando a la práctica del senderismo es importante que conozcas una serie de puntos para hacerlo de forma segura y ser capaz de descubrir muchas rutas de forma autónoma. En este artículo te vamos a mostrar algunos de los conocimientos necesarios que tienes que tener en cuenta.

El senderismo es una modalidad deportiva que consiste en recorrer a pie caminos señalizados o no, preferentemente tradicionales. También se puede realizar por caminos rurales o tradicionales, vías verdes, pistas forestales, grandes o pequeños recorridos, etc. evita en lo posible el tránsito a través de rutas asfaltadas u hormigonadas.

En primer lugar, es fundamental elegir la ruta adecuada para tu nivel de experiencia y condición física. Puedes empezar con senderos sencillos y cortos para familiarizarte con la actividad y luego ir aumentando la dificultad a medida que te sientas más cómodo.

Actualmente hay muchas formas de conocer la dificultad y duración de una ruta, mediante fichas, guías, webs (*1) o descargando en tu móvil el recorrido que te propones realizar. Te recomendamos que te familiarices en la interpretación de mapas (cartografía) y el uso de la brújula, serán tus compañeros inseparables en tus recorridos. También hay actualmente diversos sistemas de navegación para móviles o por GPS que te serán de mucha utilidad.

Es importante tener en cuenta factores como la meteorología. Asegúrate de revisar el pronóstico del tiempo antes de salir y planifica tu ruta con antelación, teniendo en cuenta la distancia, el desnivel, la dificultad del medio y los puntos de interés que quieras visitar.

Familiarízate con sistemas señalización y clasificación de senderos (*2 – SL, PR, GR), los hitos, balizas informativas, sistemas de valoración como el MIDE (VER MÁS) que te indica aspectos como el medio por el que discurre el sendero, la orientación del itinerario, la dificultad del recorrido o el esfuerzo necesario.

Estudia la orografía, los valles y lomas, el desnivel positivo y negativo de la ruta, tipo de recorrido, si es lineal o circular o los puntos clave que te servirán de referencia, un puente, un refugio, un pico, etc. posibles escapes en caso necesario. Conoce el horario estimado, te servirá de referencia para saber si vas a tardar más de lo previsto o incluso si es preciso darse la vuelta antes de que anochezca.

Todo esto sin salir aún de casa. Deja apuntado a alguien de confianza el recorrido que piensas realizar, por si es necesario buscarte. Se lo puedes enviar por SMS o WhatsApp en cuanto lo decidas. Envía periódicamente fotos o puntos por donde ya has pasado para reducir la zona de búsqueda.

Fotos: C_Pincerna

Algunos elementos básicos que necesitarás son un buen calzado de senderismo para proteger tus pies con buen agarre en la suela, ropa cómoda y transpirable, algo de abrigo, un cortavientos o chubasquero, dependiendo de la estación. Una mochila adecuada es imprescindible para llevar agua suficiente, comida y otros elementos esenciales, un mapa y brújula o GPS para no perderte y para poner nombre a los lugares que visitas, un botiquín de primeros auxilios por si surge alguna emergencia.

Y todas esas pequeñas pero importantes cosas, como crema de protección solar, gafas para el sol, gorra, un silbato de emergencias, una batería auxiliar para tu móvil, una linterna, una manta térmica, unos bastones, papel higiénico, bolsa de basura, etc.

Los aspectos psicológicos también juegan un importante papel en el senderismo. Te enseñan a conocer tus capacidades y límites. Aprende a valorar la fuerza del equipo y a tus compañeros de ruta. No te obsesiones con llegar a un pico o un determinado punto y aprende a darte la vuelta, si fuera necesario. Ten siempre un plan alternativo más sencillo. No te dejes arrastrar por un líder fuerte y aprende a comunicar tus límites o los de tus compañeros, antes de que sea tarde. Muchos de los accidentes se originan por no haber valorado correctamente la situación del grupo. Evita ir solo, especialmente a la montaña.

Salir a caminar podría entenderse como una actividad exenta de riesgos. Sin embargo, hay que tener presente que cualquier actividad, especialmente si es en el medio natural, conlleva un cierto riesgo que puede generar un accidente. Hay que prever y detectar con antelación los posibles riesgos o desencadenantes.

Más del 50 % de los partes de accidente que se registran anualmente en la Federación Madrileña de Montañismo son de senderistas. Más del 80 % son accidentes que podrían haberse evitado, con consecuencias desde leves hasta muy graves. Es importante contar con un seguro de accidentes especialmente diseñado para las actividades de montaña, fedérate (*4).

Un porcentaje alto se producen en los descensos cuando después del esfuerzo de subida vamos más cansados, resbalamos al intentar frenar o no tenemos la capacidad de evitar un tropezón. Estamos acostumbrados a hacer paradas intermitentes en las subidas, pero ¿haces paradas en las bajadas?

Te recomendamos que realices alguno de los cursos de montaña de la federación (*5), aprenderás en un fin de semana desde cómo hacer un macuto adecuadamente, técnicas de orientación, vivac o cómo dormir en montaña, todo lo que necesitas saber para comprarte el material más adecuado a tus actividades, nutrición e hidratación deportiva, temas de prevención y seguridad, planificación de las rutas, orientación y muchas cosas más que se serán esenciales. Piensa que cuanto más conocimientos y formación tengas, más seguro y mejores rutas serás capaz de realizar y disfrutar.

En resumen, para empezar a hacer senderismo necesitas formarte para elegir la ruta adecuada, contar con el equipo necesario y planificar tu salida con antelación. ¡Disfruta de esta maravillosa actividad al aire libre!

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