Published On: miércoles, 10 julio 2024

EN LA MONTAÑA PROTÉGETE DEL SOL

Categories: Blog, Salud y bienestar
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Por CAPA

Estamos en verano, tiempo de explorar, salir a disfrutar de la naturaleza. Al que le gusta disfrutar de la montaña o el campo, practicar el senderismo, la escalada, el alpinismo, le recordamos que su salud y seguridad debe estar siempre en primer lugar.

Por más llamativa y exuberante que se plantee la aventura, es necesario siempre atender los puntos fundamentales de una adecuada protección frente a la gran estrella que nos da vida: el sol.

Sea cual sea tu actividad favorita, recuerda que en la montaña la exposición al sol es mucho más intensa que a nivel del mar, porque la altitud disminuye la capa de atmósfera que nos protege de los rayos ultravioleta (UV). A mayor altura, el terreno y las rocas pueden reflejar un 20% de la luz solar y en sitios en los que hay nieve, ésta refleja entre el 80 y el 90% de la luz solar, ejerciendo el efecto de un espejo, reflejando la potente luz solar hacia nosotros, lo que puede causar un daño que hay que prevenir.

La radiación solar es un 50% mayor a 2000 metros y mucho más del doble a 4000 metros. Incluso los rayos infrarrojos, habitualmente inocuos para el cuerpo, pueden provocar problemas de sequedad excesiva en los ojos en alta montaña.

Estas circunstancias traen consigo consecuencias como las quemaduras solares, el envejecimiento prematuro de la piel e incluso el cáncer de piel.

Pero, a grandes males, grandes remedios: utilizar la protección solar adecuada a cada exposición a los rayos del sol es la solución y la forma de ser gentiles con nosotros mismos.

En este post te contamos algunos detalles que necesitas saber para protegerte del sol en la montaña o el camino:

Radiaciones solares: ¿amigas o enemigas?

El sol emite dos tipos de radiaciones que afectan a nuestra piel:

  • UVA: Penetran profundamente en la piel, causando envejecimiento prematuro y arrugas. A largo plazo, pueden provocar cáncer de piel.
  • UVB: Son las responsables de las quemaduras solares. A corto plazo, pueden dañar la córnea y provocar ceguera temporal (oftalmia de las nieves).

Mecanismos de protección¡Tu piel se defiende!

El cuerpo humano tiene su propio sistema de protección solar: la melanina, un aminoácido que se produce en las células pigmentarias. Existen dos tipos de células pigmentarias en el cuerpo humano: los melanocitos (que están en diferentes partes del cuerpo, principalmente la piel y el pelo, pero también en el iris del ojo, en nuestro oído interno y en nuestro corazón) y las células del epitelio pigmentado de la retina (en el fondo de la retina de nuestros ojos). Es por ello que entre las protecciones contra el sol deben tomarse en cuenta las gafas de sol.

Cuando una persona se expone al sol, se activa la síntesis de melanina en los melanocitos, para evitar que la piel se queme y que se dañen los núcleos celulares de la epidermis. Esta producción de melanina hace que la piel se oscurezca.

Sin embargo, no todos producimos suficiente melanina y entre los cuidados debemos utilizar mecanismos artificiales que mejoren o aumenten la protección frente al sol.

Protección artificial: ¡la  mejor aliada!

Cuando la protección natural de la piel no es suficiente, se necesitan ayudas externas como:

  • Cremas solares: Se deben elegir cremas con alto factor de protección (FPS) (mínimo 30) y resistentes al agua y al sudor. Aplícarlas de forma generosa y uniforme 30 minutos antes de la exposición al sol y repetir cada 2 horas, o después de sudar o del baño. No se debe olvidar poner protección en zonas sensibles del cuerpo como labios, orejas, nariz y nuca.

Factores de protección solar: ¿qué significan esos números?  El FPS indica el nivel de protección frente a los rayos UVB. Cuanto más alto sea el número, mayor será la protección.

  • FPS 15: Bloquea el 93% de los rayos UVB.
  • FPS 30: Bloquea el 97% de los rayos UVB.
  • FPS 50: Bloquea el 98% de los rayos UVB.

Crema solar vs. bronceador: ¿cuál elegir?

Las cremas solares protegen la piel de los rayos UV y previenen quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel. En tanto, los bronceadores aceleran el proceso de bronceado, pero no protegen del sol.

Por ello es importante que cuando vayas a la montaña o a un paseo al aire libre elijas siempre la crema solar.

 

  • Ropa: Se debe optar por prendas de tejido transpirable y con factor de protección solar (UPF). En las etiquetas debe estar indicado el tipo de tejido y la protección solar que aporta. En la montaña o el campo, se debe cubrir la mayor extensión de piel posible, utilizar manga y pantalones largos, para evitar no solamente las quemaduras, sino también rozaduras, raspones o picadas que afecten el confort del recorrido que se ha planeado. El color de la ropa es importante. Los colores claros suelen ser más frescos, pero tienen menos propiedades filtrantes de los rayos UV. En alta montaña se recomiendan los colores oscuros pues absorben más los rayos UV y generan un poco más de calor.

 

  • Complementos: Es importante cubrir la cabeza con sombreros o gorras, así como proteger los ojos con gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UV.

  • Protección ocular: ¡tus ojos también sufren!

Los ojos son una de las partes de nuestro cuerpo más expuestas y sensibles al ataque de los rayos UV y en las duras condiciones de la alta montaña la defensa de nuestra atmósfera es cada vez menor. La destrucción celular que la radiación ultravioleta provoca en nuestra piel también afecta de un modo significativo a los ojos, provocando en ocasiones irritación, conjuntivitis e incluso ceguera temporal. Utilizar unas gafas de sol con capacidad probada para bloquear 100% de los rayos UV es importante. Los modelos homologados garantizan una protección completa contra los rayos UVA y UVB. El factor de protección UV de las gafas de sol puede encontrarse en las varillas laterales.

Consejos para cuidar los ojos con gafas de sol:

  • Elegir cuando sea posible gafas oscuras con protección UV 400. Con protección lateral para evitar que entre la luz por los lados. Categoría 3 o 4 para alta montaña o condiciones de luz intensa.
  • Asegúrar que las gafas se ajustan bien a la cara.
  • Renovar las gafas solares cada dos (02) años pues los filtros se vencen.

¡Recuerda! La protección solar en la montaña es esencial para proteger tu piel y tus ojos.

¡Disfruta de la montaña, del sol y el verano de forma segura!

 

Fuentes:

 

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