Published On: miércoles, 4 mayo 2022

RESACA EMOCIONAL, ÚLTIMA SALIDA DE ESQUÍ Y UN RODEO AL ANETO

Categories: Alpinismo
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  Última salida de esquí de montaña para el PROTAL.

Finales de abril, últimas nieves de la temporada y con ellas los últimos giros. Como equipo, última salida de esquí… Así que había que acabar por todo lo alto…
¿Que mejor entonces que el techo de los pirineos? ¿Que mejor que coronar el Aneto para despedirnos de los esquís?

Lunes 25 de abril, salimos de Madrid dirección Aneto Pueblo, día de aproximación y toma de contacto.
Parada en Zaragoza para comer y seguimos. La cena en el Refugio del Cap de Llauset es a las 19:00h y después hay que descansar bien para el día de mañana.

Martes 26 de Abril, primer día de actividad, el objetivo es claro, las opciones para lograrlo son varias. El macizo del Aneto nos brinda un mundo de crestas, palas y canales idóneos para el esquí-alpinismo.
Entre todas las opciones nosotros elegimos darle la vuelta. Comenzamos en el Cap de Llauset, salimos dirección a el Collado de Vallibierna el cuál nos dejaría en las faldas sur del Tempestades y Aneto, seguimos hacía el oeste pasando por los Ibones de Vallibierna y Llosas para dirigirnos después al paso superior de la Cresta de Llosas. Una vez aquí teníamos tres opciones: cruzar dirección el collado de Coronas para afrontar la última parte por el Puente de Mahoma, ascender por el corredor Estasen o montarnos sobre la misma cresta de Llosas para cabalgar hasta la misma cima. Era momento de dividirse por cordadas; aún así, la decisión final la tomamos como equipo. El día acompañaba y las energías también así que optamos por cabalgar la cresta unos detrás de otros. A ritmo y sin entretenernos mucho llegamos a la cumbre en el horario previsto.
Foto de equipo, un trago del poco agua que nos quedaba, guardamos material, apretamos botas y a disfrutar de 1.700m de bajada…

¡O eso pensábamos! La nieve era una mezcla de costras, belcros y cemento en la que en cada giro rezabas por no irte de boca al suelo… Así que con mucha paciencia y no nuestro mejor estilo llegamos sanos y salvos a la Renclusa para reponer fuerzas.
Cena contundente, planificación del día siguiente, valoración del día de hoy y a dormir.

Miércoles 27 de Abril, vuelta al Cap de Llauset.
La meteo empezaba a torcerse y la nieve no hacía por mejorar. Daban algo de lluvia y viento, los cuales sufrimos a primera hora antes de llegar al Collado de Tempestades. A medida que avanzaba el día la meteorología se preveía peor por lo que el objetivo era llegar lo antes posible al Refugio.
Del collado de Tempestades nos dirjimos hacía el noreste en busca del Espolón norte del Russell, el cuál rodearíamos por su parte baja para dar paso al ibón Negro y al Estany de la Cap de la Val. Desde estos descendimos por un pequeño corredor orientado al Sur que da al ibón y Refugio de Llauset.
Sin percances y en horario, llegamos de nuevo al Refugio a la hora de comer. Aunque no estaba previsto, Martín, como buen anfitrión y guarda de Refugio nos preparó una buena comida a la que seguimos con una merecida siesta.

A la tarde y en vista de la mala meteo, usamos las instalaciones del Refugio para practicar y refrescar el encordamiento y rescate glaciar así como el encordamiento en crestas y aristas sin necesidad de abrigarnos.

Cena otra vez contundente, partidas, unas lentas y otras muy rápidas, de ajedrez y a la cama.

Jueves 28 de Abril, última cima con esquís del equipo: Vallibierna.
Último día de esquí y como la jornada anterior, la meteo no acompañaba, al medio día daban agua así que decidimos madrugar para estar antes en el coche. Dejamos lo prescindible en el Refugio para ir ligeros y subimos y bajamos al Vallibierna en un abrir y cerrar de ojos. Recogimos las cosas del Refugio, nos despedimos de Martín y vuelta al coche.
Sin prisa pero a buen ritmo, llegamos a la hora de comer a Pont de Suert, donde por cierto también comimos muy bien.

La idea original del viaje era alargar el esquí un día más y el viernes también esquiar, pero vistas las condiciones y las lluvias presentes decidimos irnos la tarde del jueves a conocer Barbastro para el día siguiente empezar el retorno a Madrid.

Podemos decir que la nieve no era la mejor, pero las condiciones del grupo y la actitud con la que afrontamos las jornadas nos hicieron volver con un sabor en la boca casi tan bueno como cuando esquías polvo. Quizás por eso nos gusta tanto la montaña… porque compartir el sufrimiento nos hace disfrutar de él y recordarlo con una buena sonrisa. Porque allí arriba todo es disfrutar…

¡Y más aún si cuando bajas te espera un buen plato de comida y una cerveza bien fría!

Deportistas PROTAL:

  • Marina Barrio Martínez
  • Mario Benito Rodríguez
  • Mateo Dorado Bonilla
  • Paula Fajardo Gil
  • Miguel García De la Fuente
  • Francisco Mora Ramos
  • Víctor Morales Álvarez
  • Alfonso Talavera Díez


Técnicos responsables en esta actividad:

  • Pablo Velasco
  • Pablo Herráez
  • Marco Huerta
 

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