Published On: lunes, 30 agosto 2021

LA ESCALADA DEPORTIVA, DEPORTE DE ORO

Categories: Escalada
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Carta institucional de José Luis Rubayo, presidente de la FMM

A la mayoría la medalla de oro de Alberto Ginés en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 les ha pillado por absoluta sorpresa, incluidas a las altas jerarquías del deporte español. Pero a los que conocemos cómo trabaja Alberto, cómo trabaja su entrenador David Maciá, cómo trabaja su federación, la extremeña, que aunque pequeña de dimensiones, trabaja excepcionalmente bien todos los deportes de nuestras federaciones, a pesar de lo limitado de sus medios con excelentes resultados y, cómo no, al equipo de Joan Garrigós y la dirección técnica de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), que apostaron todo al chaval extremeño, fuerte, trabajador, responsable y callado, su medalla no nos ha pillado en absoluto por sorpresa.

Es cierto que hubo suerte, bastante suerte en la especialidad de velocidad, pero para tener esa suerte, que es la de los campeones, había que estar primero en la final olímpica a la que sólo accedían ocho escaladores, y había que estar ahí, en la final. Y Alberto estaba.
No había que cometer fallos, y mientras otros teóricamente más rápidos que él cometían errores, él seguía a lo suyo con paso firme y como quiera que los dioses y los planetas se alinearon a favor suyo, ganó una especialidad, la velocidad, que a priori no le era favorable.
El bloque no le fue tan bien, y mientras los demás escaladores realizaban al menos un par de bloques, Alberto tenía que conformarse simplemente con los bonus de cada uno de ellos.
Llegó a la dificultad situado de forma inmejorable en cuarta posición y tampoco se puso nervioso, hizo lo que tenía que hacer y quedó entre los cuatro primeros. Lo hizo: era oro olímpico, y en Tokio, como aquí en España, hubo gritos y llantos de alegría. Alegría por Alberto y su medalla, pero también cómo no, por nuestros deportes de montaña y escalada. Ahora sí que la administración tendrá que mirarnos y tratarnos de otra manera.
Solo tres medallas de oro para los trescientos y pico deportistas que han ido a Tokio 2020 y las tres para deportes no demasiado bien tratados por los medios y las autoridades deportivas: el tiro, en su modalidad del plato, deporte poco conocido por la mayoría, y la kata y la escalada deportiva que debutaban ambos como deporte olímpico. Se puede pedir más para estos dos deportes, tan poco y mal ayudados.
Y no vale decir que son minoritarios, la kata y la escalada son practicados por millones de personas en todo el mundo, tanto que yo invitaría a esos periodistas que dicen que la escalada es un deporte minoritario a que se den una vuelta por los rocódromos de cualquier ciudad y verán la cantidad de gente que lo práctica. Por lo que solo estar allí era un auténtico éxito, sólo 20 escaladores de todo el mundo llegaron a Tokio, tras mil y una pruebas para determinar quién era digno de estar allí e inaugurar un deporte que todo indica ha venido para quedarse en el programa Olímpico.

Y ahora, tanto nosotros, como federaciones territoriales, como la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, tenemos que seguir trabajando para conseguir que los jóvenes conozcan este maravilloso deporte y llevarlo allí donde se merece. La Administración ahora debería colocarnos donde nos merecemos, como la quinta federación nacional en número de federados y seguramente en la primera de practicantes, máxime cuando hemos sabido que el esquí de montaña también será olímpico en 2026, con lo que seremos la única federación deportiva española que tendrá deportes en las olimpiadas de verano e invierno. La ayuda de las administraciones nacionales, autonómicas y locales será absolutamente necesaria, de no ser así, puede que otros países sí que se pongan las pilas y la medalla de oro de Alberto Ginés pase a los libros del olimpismo como una simple anécdota. 

José Luis Rubayo García, presidente de la Federación Madrileña de Montañismo (FMM)

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