«Somos un equipo pequeño pero estupendo»

Es la penúltima montaña que le queda en su lista de los catorce y Carlos Soria afronta el reto con 78 años. “Yo siempre estoy positivo, positivo a tope”, dice. De momento el Dhaulagiri se encuentra en buenas condiciones y la aclimatación en su punto óptimo. Ya está en el campo base desde donde conversamos con el para conocer sus sensaciones.

Forman un equipo pequeño pero muy ilusionado y con mucha seguridad de que pueden subir a la cumbre sin problemas. Ese es el mensaje que transmite Carlos Soria desde el campo base del Dhaulagiri, el proyecto que tiene entre manos esta primavera junto a Sito Carcavilla y Luis Miguel López Soriano.

¿Cómo estáis?
Todo nos está yendo muy bien, llevamos casi un mes en el Himalaya, nos encontramos perfectamente aclimatados y todo ha ido fantástico. Primero hicimos una marcha de aclimatación de 16 días por el valle del Khumbu que fue muy buena, dormimos muchos días por encima de cuatro mil metros y un día casi a seis mil. Los tres últimos días fueron muy duros para llegar al campo base, había mucha nieve y los porteadores tardaron mucho. Al final lo solucionamos todo muy bien. En total, sumados esos tres días, fueron 19 de trekking.

¿Qué tal tu rodilla?
Eso es lo de menos porque vine aquí con una lesión en el isquio que me hice en la Altitoy. Me dijeron, tras hacerme un escáner antes de viajar, que prácticamente tenía un tendón roto. Yo tenía confianza antes de salir de casa, no dije nada a casi nadie, pero estuve yendo al fisioterapeuta y también me pincharon dos veces ozono y factores de crecimiento. Todo eso me ha ido muy bien.

¿Entonces te has recuperado totalmente de la lesión?
Sí, estoy perfecto casi desde el primer día.

¿Cómo se presenta el Dhaulagiri? ¿Hay más expediciones en el campo base?
Hay bastantes expediciones. Una grande del ejército indio, y luego varias expediciones más pequeñas. Nosotros compartimos campamento base con otras cinco personas: dos son unos italianos, Marco Confortola y su compañero, Mario. Luego está Santiago Quintero, un chico de Ecuador; un indio e Iñigo Castiñeira, un chaval vasco.
Nuestra expedición comparte permiso y campo base, aunque nosotros tenemos una tienda comedor y de comunicaciones para nosotros solos. Somos tres personas, Sito Carcavilla, Luis Miguel López Soriano y yo, más los sherpas. Los demás son personas con las que compartimos estancia en el campo base pero no formamos parte de la misma expedición.

¿Cuántos sherpas lleváis?
Cuatro sherpas. Uno es “Mikel” Mingtemba Sherpa, que es el sirdar, y los otros son Nima Sherpa, Dawa Temba Sherpa, Dawa Sange Sherpa y Fudorchi Sherpa.

¿En qué condiciones está la montaña?
Lo que vemos desde aquí abajo tiene buen aspecto. Hay gente que ha subido hoy al campo 1 y la parte baja tiene buena pinta. Hasta hoy a mediodía ha hecho un viento tremendo, 100 km/h en la cumbre, y hoy ha bajado.

A la hora de equipar la montaña, ¿las expediciones que están con vosotros son fuertes?
Sí, hay suficientes equipos y el nuestro también es bueno. Hay bastantes sherpas y creo que hay buenas posibilidades de equipar bien la montaña. Además, hay buen entendimiento entre todos…

Tú estás también muy positivo y convencido de que este año cae el Dhaulagiri.
Yo siempre estoy positivo, otra cosa es que luego no salga bien, pero estoy positivo a tope. Y con las mismas ilusiones y ganas de siempre.

¿Tienes pensado usar oxígeno?
Es casi seguro que usemos oxígeno desde el último campamento.

Ésta es una de tus expediciones más pequeñas y con menos medios de los últimos tiempos…
Bueno, un poco. No ha podido venir el médico por el escaso presupuesto que tenemos y tampoco nos ha podido acompañar otra persona para quedarse en el campo base, pero los que han venido conmigo son unos compañeros magníficos que no paran de trabajar. Somos un equipo pequeño pero estupendo. Nos gustaría mucho que estuviese el médico Carlos Martínez con nosotros, sí. Para la próxima vendrá seguro.

¿Hasta dónde quieres aclimatar antes de intentar la cima?
Ya estamos aclimatados, lo más que vamos a hacer es subir al campo 1, dormir una noche, subir al día siguiente hasta el 2 sin dormir en él, bajar al campo 1 a pasar la noche, regresar al base y con eso nos damos por satisfechos para ir a la cumbre. Mi teoría [para aclimatar] es que no hay que subir demasiado alto. Creo que hemos hecho mucha aclimatación, llevamos mucho tiempo viviendo a cinco mil metros, andando, haciendo esfuerzo por ahí arriba. Creo que nos encontramos en las condiciones perfectas.

¿Cómo está Nepal después del terremoto?
Se nota que va mejorando, sobre todo el turismo. Justo después del terremoto parecía que se había cortado y ahora hay bastantes turistas y también, expediciones, y eso ayuda mucho a Nepal. Nosotros ya estamos construyendo la quinta escuela con la asociación Ayuda Directa Himalaya, sobre todo con el empuje de Luis. También hemos notado que hay mucho turismo y expediciones indias, cosa que hace 8 o 10 años no se veía.

¿Para qué fechas queréis intentar la cima?
Eso es complicado de prever, cuando sea lo más lógico posible. Tenemos aún mucho tiempo.

[Fuente: Desnivel, 18/04/2017]