Published On: martes, 1 diciembre 2015

CAMPAÑA DE PREVENCIÓN DE ACCIDENTES INVERNALES EN LA SIERRA DE GUADARRAMA

Categories: Generales
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Desde que se creó el GERA en 1997 ha realizado más de 2.000 operaciones de salvamento y auxilio

Prudencia, preparación, información y un buen equipamiento son las premisas básicas para disfrutar de la sierra en la temporada invernal sin que nos sorprenda ningún accidente.

El consejero de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno, Ángel Garrido, ha presentado el domingo 29 de noviembre la campaña de prevención de accidentes en montaña ‘Sierra y seguridad’. En el acto, los miembros del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de la Comunidad de Madrid han llevado a cabo un ejercicio práctico de rescate.

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Garrido ha estado acompañado por el director general de Protección Ciudadana, Carlos Novillo; la jefa del Cuerpo de Bomberos, Anika Coll; y el oficial jefe del GERA, Luis Rincón, quien ha ido detallando los pormenores de la maniobra realizada. El supuesto del ejercicio contemplaba a dos escaladores heridos en una pared de la zona de El Cornocal, en La Pedriza. Este tipo de entrenamientos es habitual entre los miembros del GERA con el fin de estar permanente preparados para actuar en caso de necesidad.

El objetivo de esta campaña es concienciar a todos los ciudadanos en general, pero en especial a los que practican actividades propias del invierno en la zona de sierra de Guadarrama, de las medidas recomendables para evitar accidentes. La primera, y más importante, es echar en la mochila, como requisito imprescindible, una buena dosis de prudencia y no aventurarse a hacer actividades para las que cada persona no esté preparado físicamente, o adentrarse en parajes desconocidos o con meteorología adversa.

Es imprescindible contar con un teléfono móvil, con las baterías cargadas, y portarlo en un lugar caliente, preferiblemente junto al propio cuerpo, ya que con el frío la batería se descarga más rápidamente. Se debe añadir, además, una dosis suficiente de agua y alimentos de alto valor nutritivo pero ligeros de llevar, como son, por ejemplo, frutos secos; y por supuesto, un equipamiento adecuado, tanto en ropa como en calzado y accesorios, acorde con el entorno meteorológico de la sierra y las inclemencias invernales que puedan sorprender.

Se aconseja preparar concienzudamente el equipo con todos los recursos necesarios: mapa, brújula, GPS (si se tiene), linternas, manta térmica, navaja multiusos y, si es posible, un pequeño botiquín con los elementos imprescindibles para hacer frente en los primeros instantes a cualquier contingencia: un dolor sobrevenido, la torcedura de un tobillo u otro tipo de incidente que, por pequeño que pueda parecer en el devenir cotidiano, adquiere gran importancia si ocurre en un paraje aislado y con condiciones meteorológica adversas.

También es de suma importancia informarse previamente de los pormenores relacionados con la actividad que se pretende hacer, especialmente, de las previsiones meteorológicas. Si éstas fueran adversas, se debe renunciar sin lugar a dudas a la actividad prevista. En caso de llevarla a cabo, se debe tener información previa de los lugares por los que se va a transitar, caminos, rutas y puntos de referencia. Siempre es preferible iniciar estas actividades en grupo de, al menos, tres personas con el fin de que, en caso de un accidente, una segunda persona pueda atender al accidentado mientras que la tercera buscaría ayuda.

Ante cualquier contrariedad, lo primero que se debe hacer es llamar al Centro de Emergencias Comunidad de Madrid 112. Es especialmente recomendable que se tenga instalada en los móviles de las personas que practiquen actividades en la sierra la aplicación My112, diseñada especialmente para facilitar la comunicación con la central de emergencia y que, además, ofrece a los servicios de rescate un posicionamiento de alta precisión del lugar de la persona accidentada.

Para ayudar en los casos de extravío, es conveniente llevar prendas de colores vivos que puedan ser divisadas desde lejos o desde el helicóptero por los equipos de rescate. En tal situación, se debe buscar un lugar alto y despejado desde el que podamos ser visto y llamar la atención bien con movimientos ostensibles de brazos o de grandes prendas de colores o bien con voces o haciendo sonar silbatos o similares para que los grupos de rescate puedan tener una referencia.

Actividad del GERA

Los miembros del GERA del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid solicitan a la población que no saluden ni llamen la atención a los helicópteros de búsqueda si no necesitan ayuda, ya que eso confunde al personal de rescate. De la misma manera, se pide que, si la persona extraviada, por algún motivo, hubiera encontrado el camino de regreso, avise de nuevo a los servicios de emergencia para que interrumpan la búsqueda. De hecho, se dan muchos casos en que el operativo se ha mantenido activo durante horas cuando la persona buscada había vuelto por su propio pie a su casa.

El GERA fue creado en 1997 con bomberos profesionales expertos en todo tipo de actividades de montaña y con un profundo conocimiento de la sierra de Guadarrama. Desde entonces han llevado a cabo más de 2.000 operaciones de búsqueda y rescate para socorrer a personas extraviadas o accidentadas en lugares de difícil acceso, y en muchas ocasiones, con circunstancias climáticas adversas como grandes nevadas o temperaturas extremas.

Hasta finales del pasado octubre, el GERA ha llevado ya a cabo un total de 170 intervenciones en la sierra de Guadarrama, de las que 118 fueron rescates de personas en situación de riesgo en la sierra, y 52 búsquedas de personas extraviadas. A lo largo del pasado año sumaron 197 operaciones, con 134 rescates y 63 búsquedas, en las que se auxiliaron a 314 personas.

Un 20% aproximadamente de las personas atendidas por el GERA son menores de edad, y otro 20% tiene entre 18 y 29 años. La práctica del senderismo es la actividad que más incidentes origina, con un 70% de las operaciones, bien de búsqueda de extraviados, o bien de auxilio a personas accidentadas durante excursiones o marchas. Le siguen las actividades propias de los deportes de sierra (alpinismo, escalada, esquí, etc.) y los deportes con bicicleta de montaña, con un 12% de los incidentes en cada modalidad.

En cuanto a las zonas de la sierra de Guadarrama donde se ubican estadísticamente las operaciones del GERA, la mayor parte de ellas, concretamente un 30% de las operaciones, se desarrollan en el entorno de La Pedriza. El área comprendida entre Cercedilla, Navacerrada y Siete Picos origina el 20% de las intervenciones de búsqueda y rescate, y le sigue el entorno de Cotos y Peñalara con el 16%. Las restantes se distribuyen entre la Bola del Mundo, La Maliciosa, Cuerda Larga, Morcuera y Canencia.

 

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