Por el futuro del Pinar de los Belgas.

 Con motivo de las denuncias aparecidas recientemente en las redes sociales y en algunos medios de comunicación sobre las deficiencias y malas prácticas que se están produciendo en la gestión forestal del Pinar de los Belgas, espléndido y emblemático monte situado en la cabecera del Lozoya, que forma parte de la zona periférica de protección del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, las personas y entidades abajo firmantes queremos manifestar lo siguiente:

Las más de 2.000 hectáreas del llamado «Monte Cabeza de Hierro» o Pinar de los Belgas conforman, junto a los inmediatos pinares de Valsaín, una de las masas de pino silvestre más valiosas de toda Europa por su Extraordinaria biodiversidad, que incluye más de setecientas especies de plantas y un centenar largo de especies de aves nidificantes, entre las que destaca el buitre negro con una de las colonias más importantes de la península Ibérica.

Estos grandes valores propiciaron su inclusión en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Alto Lozoya y en el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Cuenca del Río Lozoya y Sierra Norte, figuras de protección de ámbito europeo integradas en la Red Natura 2000. Los servicios ambientales que presta este monte son incalculables y estratégicos a la hora de hacer frente a la gran amenaza del calentamiento global: 

Protección del suelo frente a la erosión, regulación del ciclo hidrológico en la cabecera de la principal cuenca hidrográfica que abastece de agua a la ciudad de Madrid, captación de carbono, además de otros muchos
que harían la lista interminable.

El futuro del Pinar de los Belgas lleva mucho tiempo siendo motivo de profunda preocupación e incertidumbre dentro del mundo de la conservación, pues la empresa propietaria lo tiene puesto a la venta tras la crisis del sector forestal y maderero iniciada en 2008. Esta veterana empresa, que durante sus 180 años de historia, y hasta hace poco tiempo, había ejercido siempre una gestión directa «a pie de monte», cuidadosa y ejemplar, ha
cambiado últimamente los métodos de explotación al subcontratar los trabajos forestales a través de una empresa externa que está utilizando maquinaria pesada (autocargadores y procesadoras) y llevándolos a cabo en pleno verano, prácticas que hasta hace poco no eran autorizadas por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Todo ello está incrementando el riesgo de incendios y afectando negativamente no sólo a los frágiles suelos del pinar, sino también a una importante muestra del patrimonio histórico protegido de la región, como es el viejo Puente de la Angostura, por el que cruza el río Lozoya una de las pistas forestales que se utilizan para el tránsito de grandes camiones cargados de madera y la maquinaria pesada ya mencionada. 

Ante la intención de la empresa propietaria de vender el monte y visto el consiguiente desinterés en su gestión, que se ha hecho patente desde hace unos pocos años, pensamos que la solución obligada y más segura para garantizar de cara al futuro la importante función protectora que desempeña el Pinar de los Belgas en el entorno inmediato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama es su adquisición por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para ser incorporado como monte público a la propiedad del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, que gestiona desde 1995 las más de 8.000 hectáreas del gran pinar colindante de Valsaín, incrementando así la entidad de este gran espacio natural protegido y garantizando la continuidad de los aprovechamientos tradicionales que desde hace siglos se vienen llevando a cabo en este monte de forma sostenible. También se debe incorporar al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama el pequeño monte de «La Cinta», que linda con el Pinar de los Belgas en lo más alto de la cabecera del Lozoya y alberga la tejeda del arroyo Valhondillo, en la que sobrevive el ejemplar de tejo más longevo de la península Ibérica.

Esta solución es la más deseable y segura al unificar a efectos de gestión la extensa masa forestal conjunta de estos dos grandes pinares históricos de la Sierra de Guadarrama, que conforman una unidad ecológica y  paisajística tan evidente que podrían ser denominados con toda propiedad «pinares de Valsaín-El Paular», contando así con la gran ventaja de una administración única y acreditada, requisito deseable para la buena gestión de los espacios naturales protegidos. Ello pondría fin a la incongruencia geográfica y ambiental que supone su no inclusión en este espacio natural protegido declarado en 2013. 

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene previstas por ley partidas presupuestarias para la compra de terrenos de especial valor natural con vistas a la ampliación de los espacios protegidos que gestiona el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, por lo que a través de este comunicado queremos hacer un llamamiento a la ministra Teresa Ribera para que la Administración central adquiera la propiedad del Pinar de los Belgas para incorporarlo al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama con la misma categoría y grados de protección que el vecino Monte de Valsaín, asumiendo, ahora que todavía estamos a tiempo, la ineludible responsabilidad de lo público en la gestión sostenible de uno de los más valiosos espacios naturales del país.