Recomendaciones sobre seguridad

Con el buen tiempo y los días largos del verano, son muchos los que aprovechan estas fechas para realizar ascensiones o travesías por las altas cumbres de Picos de Europa o Pirineos. Si estáis pensando en recorrer grandes macizos montañosos estas vacaciones, no lo dudéis: llevar crampones y piolet no es una elección, debéis meterlos en la mochila y, por supuesto, no tener pereza a la hora de utilizarlos.

Últimamente estamos registrando un incremento de partes de accidente, con desenlaces más o menos graves, que nos mueve a recordaros aspectos básicos de la seguridad en montaña:

Tramos con nieve

En esta época es posible que tan solo el 3 o el 10 % del itinerario elegido tenga nieve. ¿Tenemos que subir con los crampones solo para un pequeño tramo? Seguramente esta pregunta nos la hacemos, sabiendo la respuesta: no nos apetece en absoluto. Sin embargo, esos pequeños tramos han permanecido en zonas de sombra manteniendo la nieve muy helada, salvo en los pequeños primeros centímetros exteriores. La percepción es que se puede hacer una pequeña huella con la bota, sin pensar que un resbalón puede generar una caída a gran velocidad contra las rocas del borde o hacia el cortado inferior.

Esta situación ya ha generado unos cuantos partes de accidente. También hemos tenido graves consecuencias originadas por esos micropinchos o muelles adaptados a la bota o zapatilla con unas gomas. Estos pseudo-crampones no son adecuados para la montaña y mucho menos para ascensiones. Hoy en día hay gran diversidad de crampones, más o menos ligeros, pero crampones, que, sobra decirlo, deben ir siempre acompañados del piolet, preparado para una autodetención inmediata.

Cuidado con los criterios minimalistas

Tener en cuenta siempre la previsión meteorológica para los días en los que vamos a efectuar la ascensión; pero, aunque estos sea optimista, es necesario estar prevenidos ante un cambio repentino en las predicciones, pues no es extraño pasar de un día espléndido y agradable a una evolución inesperada de nubes que nos sumerja en la niebla y humedezca peligrosamente la roca, con el correspondiente descenso drástico de temperaturas.

Nuestra recomendación es contar con una buena equipación (las hay muy ligeras pero eficaces), llevar siempre abrigo para imprevistos, una linterna (aunque solo se trate de una pequeña excursión de día) y una manta térmica.