Recomendaciones del Comité de Seguridad de la FEDME

Es importante revisar la previsión meteorológica concienzudamente y no menospreciar la lluvia y las tormentas en la montaña, que pueden ir acompañadas de fuertes vientos, bajadas de temperatura, granizo y rayos.

Así pues, si la probabilidad de tormentas supera el 50%, deberíamos evitar salir de marcha al monte. Si bien resulta difícil realizar pronósticos meteorológicos precisos y acertados durante los periodos de cambios estacionales, contad con que los días extremadamente calurosos son proclives a la aparición de tormentas sin previo aviso a partir del mediodía.

Sabed que las lluvias intensas en montaña pueden provocar variaciones en el tipo de terreno esperado, como son zonas embarradas, aumento de los caudales, firme resbaladizo, desprendimiento de rocas, así como caminos y sendas intransitables. De modo que habría que evitar itinerarios que crucen cauces de ríos o torrenteras cuando estos no dispongan de puentes adecuados. Y, por supuesto, anular actividades como el descenso de barrancos o rutas que pasen bajo paredes rocosas expuestas a la caída de piedras.

Y si el temporal os pillara desprevenidos, recordad unos consejos básicos:

  • Perded altura y alejaros de las cimas y crestas.
  • Pero no descendáis corriendo, sobre todo si ya estáis empapados, pues generarías una corriente de aire que podría atraer descargas eléctricas.
  • Evitad refugiaros bajo bloques o árboles aislados que pudieran llamar a los rayos.
  • Deshaceros de cualquier material metálico (bastones de aluminio, piolets, crampones…) y depositadlo a más de treinta metros de distancia.
  • Apagad todos los aparatos electrónicos que llevéis encima: teléfono móvil, emisoras, GPS…, magníficos conductores para las descargas.
  • No os hagáis selfies con la tormenta, aunque os parezca que ya está lejos.
  • Evitad zonas donde haya clavijas, pasamanos o vías ferratas.
  • El agua es conductora de electricidad, así que alejaos también de lagos, ríos y arroyos.
  • La posición de seguridad más recomendada es de cuclillas, lo más agachado posible, con las manos en las rodillas, tocando el suelo solo con el calzado.
  • Si notáis cosquilleo en el cuerpo, se os eriza el cabello o los objetos de metal empiezan a brillar y a echar chispas, adoptad inmediatamente la posición de seguridad, porque la descarga de un rayo será inminente.