Todos los años la hipotermia está detrás de algún incidente trágico en la montaña

La hipotermia se define como el descenso de la temperatura central por debajo de 35º C que afecta a las funciones musculares y cerebrales.

La temperatura del cuerpo humano es una variable que se sitúa en torno a 37º C. Desnudos, tan solo podemos mantener nuestra temperatura corporal si la temperatura ambiente está por encima de 28ºC. Por debajo de 15ºC ya pueden existir condiciones para que se produzca hipotermia.

El calor corporal se pierde de varias maneras. Por radiación o cesión directa al ambiente, que se ve influenciada por la superficie de exposición. Hay que tener presente que en torno al 30 por ciento se pierde por la cabeza y el cuello. Por convección, fundamentalmente provocada por el viento, siendo la pérdida de calor mayor a mayor velocidad de este. Por evaporación, es decir, por la transpiración y otras pérdidas insensibles. Y, finalmente, por conducción, al entrar en contacto con otro cuerpo frío. Estas formas pueden aparecer independientemente o de forma conjunta, como cuando tenemos ropa húmeda encima. Entonces, el calor corporal se pierde por evaporación, convección, conducción y radiación.

CUESTIÓN DE GRADO

En la hipotermia podemos definir varios grados. Cuanto mayor es el grado peor es el pronóstico de la víctima. Podemos hablar de “hipotermia ligera” cuando la temperatura corporal está entre 35 y 32ºC. En este nivel el paciente permanece consciente y con escalofríos. En el nivel 2, el sujeto deja de tener escalofríos y empieza a tener alteración en la consciencia. Su temperatura corporal baja a 28ºC. Cuando la temperatura desciende hasta los 24ºC, el sujeto queda inconsciente: ha entrado en el grado III de hipotermia. Y si la temperatura corporal sigue descendiendo hasta los 15ºC el sujeto entrará en un estado de muerte aparente. Si no se puede elevar la temperatura del paciente y su temperatura baja de los 15ºC sobreviene la muerte.

¿CÓMO REACCIONA NUESTRO ORGANISMO?

Cuando la temperatura corporal empieza a bajar el organismo responde liberando noradrenalina, aumentando el tono muscular y produciendo temblores. Estas tres acciones buscan elevar la temperatura corporal mediante un incremento del metabolismo basal. A esta fase la denominamos Fase de excitación, ya que es donde más ajustes produce nuestro cuerpo para adaptarse a las condiciones, elevando la tensión arterial y frecuencia cardiaca. A su vez se produce una vasoconstricción de los capilares más externos para reducir la pérdida de calor y proteger los órganos vitales. También se eriza el vello, aunque esto en el ser humano es intrascendente. La vasoconstricción antes mencionada producirá un aumento significativo de diuresis, lo que producirá una pérdida de volumen sanguíneo y, por lo tanto, deshidratación.

Todo lo expuesto se produce fundamentalmente en la hipotermia leve, ya que cuando la temperatura corporal baja de 32ºC se producen otras adaptaciones que revestirán al caso mayor gravedad, pasando a la fase de adinamia, donde nuestras funciones vitales se ralentizan disminuyendo la frecuencia cardiaca y respiratoria, la tensión arterial, el gasto cardiaco, etcétera. Cuando la temperatura central baja de 30ºC veremos muy incrementado el riesgo de arritmias malignas. A nivel de Sistema Nervioso Central se produce una primera fase de hiperactividad, pero posteriormente disminuye el nivel de conciencia hasta la aparición del coma. Estos cambios se relacionan con la disminución del flujo sanguíneo cerebral y la menor demanda de oxígeno por parte del cerebro. Curiosamente, esta acción protege al cerebro, por lo que algunas víctimas de hipotermia consiguen ser reanimadas sin que sufran daño cerebral.

¿CÓMO SE RECONOCE LA HIPOTERMIA?

En la hipotermia ligera, entre 36 y 37ºC, el sujeto solo tiene sensación de frío y un temblor leve. Entre 35 y 36º C seguiremos en hipotermia ligera, pero ya aparecen otros síntomas: piel fría, temblor intenso pero que se puede detener voluntariamente, pérdida de interés, actitud negativa y pérdida de coordinación motora (se puede hablar y caminar, pero nos volvemos torpes y lentos de reflejos y no se pueden hacer maniobras complejas con las manos como nudos, manipular aparatos, etcétera). Si no ponemos remedio entraremos en el grado I de hipotermia, que se manifestará con temblores violentos que no se pueden detener voluntariamente, alteraciones leves del nivel de consciencia (sobre todo en el habla), confusión y lentitud, empeoramiento de la coordinación motora y conducta irracional. Es relativamente sencillo revertir esta situación con las medidas adecuadas.

El nivel 2 ya es una situación bastante grave. El sujeto deja de temblar, se comporta irracionalmente, su piel se torna azulada y se suele acurrucar en posición fetal. En este estadio se produce colapso circulatorio por la vasoconstricción y no se palpa el pulso en la muñeca, aunque sí en el cuello. Esta situación es difícilmente reversible sin medios apropiados. A partir de aquí, se comenzarán a observar otros síntomas como rigidez muscular, estupor, pulso muy bajo y ritmo de la respiración también muy bajo, con posibilidad de arritmias malignas. El individuo corre un riesgo vital inminente.

¿CÓMO PROCEDER CON UN HIPOTÉRMICO?

Tenemos que proceder de modo que este no solo deje de perder calor, sino que vaya recuperándolo mientras recibe ayuda. Lo primero es alertar a los servicios de emergencia mientras se intenta calentar al sujeto, fundamentalmente el tronco, aislándolo del viento y del suelo con mantas, sacos, mochilas… lo que sea, y trasladándole a un sitio cálido. Estas maniobras tan solo logran que la temperatura aumente entre 0,1 y 0,7 ºC por hora, pero así conseguiremos que no siga perdiendo calor. Es importante retirar las ropas húmedas y poner otras secas. Si no se dispone de estas habrá que dejar la ropa húmeda aunque escurrida al máximo, y cubrir al paciente con chaquetas, mantas térmicas, plásticos o lo que sea para crear una barrera de vapor. Vapor que no se evapora es calor que no se pierde. Es muy importante cubrir la cabeza y el cuello.

Si se tiene un hornillo es el momento de utilizarlo. Hay que encenderlo, colocarlo en el suelo entre las piernas de la víctima y cubrir a ambos con una chaqueta, funda de mochila o lo que se tenga. También se puede hacer con una vela. Se pueden utilizar bolsas cálidas o químicas siempre que se haga con mucho cuidado, porque se puede provocar un sobrecalentamiento. Por el mismo motivo no es recomendable meter los pies o manos en agua templada o caliente.

Si no tenemos nada de esto, tendremos que utilizar nuestro cuerpo para dar calor a la víctima. Si la víctima está consciente, es bueno darle bebidas azucaradas, mejor si son calientes, ya que así se dará energía a los músculos para que comiencen a temblar y a generar calor. Pero ojo, hay que evitar alcohol, café, té o bebidas que puedan producir mayor deshidratación.

Estas recomendaciones son útiles para los casos de hipotermia ligera y hasta grado 1, ya que a partir de ahí es necesario tratar al paciente en un hospital.

César Canales, doctor en medicina y montañero.

Este artículo fue publicado en la revista Altitud nº 26.