Admitidas 10 de las 36 alegaciones presentadas por la Federación

El pasado 5 de noviembre de 2018 se celebró la reunión del Patronato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, donde se votó de modo favorable el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) para este parque.

Faltan todavía algunos trámites y perfilar ciertos detalles, pero muy posiblemente para principios del próximo año esté en pleno vigor y aplicación. Es muy necesaria la rápida puesta en marcha de esta norma fundamental para conservar y gestionar correctamente este espacio natural protegido, con miras al buen uso y disfrute de todos los montañeros, así como de los habitantes y visitantes en general.

Sin ánimo de bloquear su aplicación, la Federación Madrileña de Montañismo se abstuvo en la votación, para demostrar que no estamos totalmente de acuerdo con el Plan, pues solo se nos admitieron algo menos de la mitad de las alegaciones presentadas y queremos que se dé mayor audiencia y participación a la FMM en todo lo referido a este espacio natural protegido. Decir también que, a la fecha, el Patronato no había mandado respuesta a nuestras alegaciones, que no fueron contestadas hasta una semana después. Un motivo más para nuestra postura de abstención, al no conocer el contenido razonado de los cambios en el documento inicial del PRUG y las respuestas a las alegaciones que realizamos.

Bien es cierto que se ha conseguido la admisión parcial y condicionada de estas reivindicaciones, pero no se han desarrollado y desconocemos cómo quedarán reflejadas de modo definitivo en la normativa. Por ejemplo, los vivacs: en principio se prohibían de modo genérico salvo en las zonas de escalada, pero ahora parece que también se podrán realizar en la Cuerda Larga, aunque solo fuera de temporada de incendios y de las zonas forestales, lo cual se tendrá que delimitar mejor, a fin de evitar confusiones.

En cuanto a la ordenación de los senderos, solicitamos la creación de un Comité Técnico consultivo formado por los principales conocedores y usuarios de los mismos, que somos los montañeros, ante lo cual se limitó a añadir: “para la definición de esta Red Oficial de Itinerarios del PNSG se contará con la colaboración de entidades interesadas”. Esto podría satisfacer parcialmente la alegación, pero se debería haber dejado más claro y con mención específica a la Federación Madrileña de Montañismo, como principal entidad interesada que aglutina a todos los clubes madrileños, con los montañeros y senderistas más activos de la región.

De las treinta y seis alegaciones que presentamos, han respondido a treinta, de las cuales fueron admitidas plenamente diez, varias de índole menor y cinco de modo parcial, las más importantes, ya mencionadas. Pero se nos han rechazado quince y están sin responder seis, si bien estas últimas de índole menor.

Tener un PRUG es un paso importante, pero el Plan presentado es mejorable, y estamos en línea de colaborar en lo que haga falta para ello, porque, como decíamos, aún no se nos da la relevancia que debemos tener y, leyendo entre líneas, hay asuntos poco definidos o hasta confusos que, en ciertos aspectos, nos perjudican. Es el caso de la ordenación de las vías ciclables, que, pensamos, se deberían señalizar muy bien, negociando sus trazados con los senderistas y sus representantes, así como el número de ciclistas que pueden circular en grupo por Zonas de Uso Restringido tipo A sin tener que hacer una declaración responsable o solicitar permisos, que se deja entre 14 y… sin límite establecido; mientras que para los senderistas se dispone una horquilla entre 14 y 60, requiriendo autorización los grupos que sobrepasen este número de personas. En el resto del ámbito del PRUG, el tránsito de grupos de menos de 25 individuos será libre, tanto para ciclistas como para senderistas, estando sometido a declaración responsable los grupos mayores. Cantidades que en absoluto pueden ser equiparables. Por tanto, parece que falta afinar algunas cosas, y esperemos que se aclaren mucho mejor en los planes de uso público.

Como aspectos positivos, además de poder contar en breve con esta norma reguladora, se nos admitió la mención de las actividades deportivas montañeras de manera correcta en varios artículos. También que se señalicen bien las diferentes zonificaciones al paso de los senderos montañeros, el reconocimiento de la actividad de “correr por montaña”, la admisión de pruebas deportivas montañeras hasta el momento de la aprobación del PRUG y no desde la declaración de PNSG, como estaba en principio, o la reducción de plazos para la ejecución de diversas acciones de los Programas de Conservación de Recursos Naturales y de Uso Público, como el estudio de la Red Oficial de Senderos y la señalización de rutas. Y por último, una cierta ampliación del presupuesto para los diez años de vigencia de este PRUG, que estaba en unos 78 millones de euros y ha pasado a casi 95.

 

Paco Cantó Portillo, vocal de Medio Natural de la FMM 

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  Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.