Cómo prevenir las quemas forestales y qué hacer en caso de incendio

Las elevadas temperaturas hacen del verano una época propicia para los incendios forestales. Más cuando se produce la llamada regla del 30-30-30: más de 30ºC, vientos de más de 30km/h y una humedad relativa de menos del 30%.

La Comunidad de Madrid ya ha puesto en marcha un sistema de vigilancia y prevención que se extenderá hasta finales de septiembre, con cerca de 4.800 bomberos movilizados para la lucha contra el fuego.

«Siendo el rayo la única causa natural de incendios en España, y que solo supone un 5% del total de incendios, es de suponer que el resto son por negligencia o intencionados», nos cuentan desde la Asociación Profesional de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid (APAF). Las negligencias más comunes entre montañeros son los cigarros y los fuegos en el suelo y con cocinas de alcohol y gas, así como el estacionamiento de vehículos en pasto o matorral. «El caso de 2016 en La Palma, en el que ardieron 5000 ha y en el que murió un combatiente, y que fue producido por un ciudadano alemán al prender el papel higiénico tras su uso, también se ha dado en La Pedriza y en  el entorno de Peñalara». Afortunadamente, actuaron con prontitud y ambos casos quedaron en conato (inferior a 1ha).

«Respecto al tabaco, todavía se escucha a gente decir que es imposible que arda el pasto con una colilla. Si no les basta con ver las cunetas de alguna autovías de nuestra Comunidad, ahí va una anécdota de hace algunos años: en el Collado de Los Alonsos, en la ladera de Cabeza Mediana, en Rascafría, tuvo lugar un conato producido por las ascuas de una colilla que había apagado un senderista con la suela de su bota». Una vez más, ahí estaban los agentes forestales para sofocarlo.

«En cuanto a las zonas donde esté permitido el uso del taladro para abrir vías, hay que pedir autorización a la Dirección General de Protección Ciudadana, al menos en la Comunidad de Madrid; porque, aunque no es ni mucho menos frecuente, existe el riesgo de que una esquirla de la gubia o de roca caiga incandescente».

Es tarea y responsabilidad de todos proteger nuestros bosques y así seguir disfrutando de la naturaleza y del senderismo. Por eso, os recordamos a continuación unas pautas básicas de prevención en vuestras salidas al monte:

  • No encendáis fuego en el campo, ni para quemar rastrojos o pastos, ni para montaros una barbacoa o fogata. Tampoco en los refugios de montaña durante el periodo estival o de peligro alto, salvo que la chimenea cuente con matachispas y esté situada en lugar seguro.
  • No arrojad al suelo cerillas, colillas, cigarros (mejor aún: evitad fumar en el campo) ni objetos en combustión; tampoco papeles, plásticos, vidrios o cualquier tipo de residuo o material combustible susceptible de originar un incendio (mejor aún: ¡no tiréis nada!).
  • Recoged los restos y desperdicios que generéis y, si es posible, recoged los residuos que encontréis.
  • Comunicad a las autoridades públicas los vertederos ilegales que encontréis en terrenos forestales o próximos a ellos, y que suelen ser una causa habitual de incendios.
  • No pretendáis llegar en vehículo motorizado a todas partes: el contacto del tubo de escape con matorrales secos podría provocar un incendio.
  • En zonas forestales, estacionad el coche en aparcamientos habilitados o, al menos, en espacios totalmente despejados de pastos o matorral. Aparcad sin dificultar el paso a otros vehículos y siempre en la dirección de salida, por si una evacuación fuera necesaria.

Y, en caso de incendio…

  • Avisad lo antes posible al teléfono de emergencia 112, al 062 de la Guardia Civil o al de los agentes forestales 900 181 628. Indicadles el camino más adecuado para llegar al área afectada, teniendo en cuenta hacia donde avanza el fuego.
  • Tratad de llegar a la zona ya quemada, alejándose del fuego por las zonas laterales del mismo y en sentido contrario a la dirección del viento.
  • No huyáis de la zona atravesando caminos afectados por el fuego o por columnas de humo.
  • Nunca os situéis en la parte alta de una montaña ni corráis en sentido ascendente, porque el fuego avanza al subir 17 veces más rápido que vosotros.
  • Que no cunda el pánico: no corráis y bajad con calma por terreno firme y seguro.
  • En la huida, no pasad por zonas de matorral, que son altamente combustibles.
  • Permaneced en grupo: hay que evitar que cada miembro de la excursión salga corriendo en una dirección distinta, pues complicaría mucho las labores de rescate.
  • Si la situación se torna peligrosa, acostaos en el suelo y tratad de respirar a través de una prenda mojada para evitar los efectos nocivos del humo. Haced inspiraciones poco profundas y lentas, tomando el aire de cerca de tierra y evitando inhalar el humo espeso. De haber cerca un río, acercaos y, si es necesario, meteos dentro del agua.
  • No os refugiéis en pozos ni en cuevas, donde el oxígeno podría terminarse rápidamente.
  • Si estáis en el coche, deteneos en un lugar protegido, cerrad las puertas y las ventanas, apagad la ventilación y encended los faros para que os puedan encontrar en medio del humo.

Por último, sed conscientes de lo importante que es planificar minuciosamente vuestra salida y conocer bien el terreno, las vías de comunicación y los caminos alternativos a la ruta prevista para reaccionar de forma eficiente ante una situación de incendio.