CÓDIGO VARN DE RIESGO PARA LA ESCALADA
Este modelo será debatido en las reuniones de la comisión de Alpinismo de la UIAA
{gallery}/Imagenes/Actividades/Escalada/2012/120116_codigo-varn.jpg{/gallery}Su autor no es juez pero sí parte, y lo reconoce ya que ha visto retroequipadas algunas de las vías que abrió en los años ochenta. Con anterioridad, Francisco Aguado elaboró el mecanismo de votación con el que se relanzaron los
premios FEDME a las mejores actividades del año.
No es la primera apuesta para evaluar el riesgo en la escalada y resumirla en un dato que pueda ser útil para quienes quieren repetir una vía con carácter tradicional, que puede conllevar pasos obligados que suponen mayor exigencia mental y, en caso de caída, un peligro mayor que el riesgo existente en la escalada deportiva. Por ejemplo, en La Pedriza se usa una escala local con este fin que se denomina M (del 0 al 3).
El objetivo principal de crear un código de riesgo es reconocer el valor de la escalada tradicional, clásica. Asignar, al lado de la cifra de la dificultad, a cada ruta de estas características un valor que sitúe el riesgo que hay que asumir informa a los repetidores de la exigencia mental de la ruta. Ésa es su función práctica.
En segundo lugar, la asienta como creación ante el paso del tiempo en dos direcciones especialmente, escaladores y rutas. Por un lado, el reconocimiento de los escaladores que practican este tipo de escalada. Por otro, el reconocimiento de las vías con su riesgo catalogado ante posibles retroequipamientos que le disminuyan el citado riesgo.
En este modelo que será debatido –además de en esta página con vuestros comentarios– en las reuniones de la comisión de Alpinismo de la UIAA, el método de diferenciación es por colores: negro, rojo, verde y azul. Así lo explica Paco Aguado en el artículo que reproducimos aquí parcialmente y aparece íntegro en el número de enero de la revista Desnivel, donde reflexiona sobre la evolución y aseguramiento de la escalada en roca.
Código VARN, una propuesta de código de riesgo «Este código, conocido universalmente en el esquí de pista, consistiría en adoptar los colores verde, azul, rojo y negro (código VARN) para determinar el grado de compromiso de las rutas de escalada.
• Rutas verdes serían todas aquellas ya preequipadas con seguros y reuniones fijas, en las que el riesgo es mínimo e independiente de su dificultad. Pueden ser de primero, quinto o noveno grado, pero serían verdes por tener sus oportunos anclajes protegiendo todos y cada uno de sus pasajes.
• Rutas azules serían aquellas que combinen anclajes fijos con anclajes de fácil colocación y extracción y estén por tanto preequipadas parcialmente. El grado de dificultad abarcaría el mismo rango de la categoría anterior, pero su riesgo y laboriosidad sería mayor por ser de obligado cumplimiento el autoaseguramiento en algunos de sus pasajes.
• Rutas rojas serían aquellas no preequipadas, que no tienen ningún anclaje fijo, o estos son irrelevantes, ni en sus largos ni en sus reuniones, y obligan a llevar y retirar todo el material extraíble necesario para protegerlas. Al igual que las anteriores, utilizarían la misma escala para determinar la dificultad, pero su color indicaría que es necesario cargar con más equipo y emplear más tiempo y esfuerzo para proteger la progresión.
• Rutas negras serían aquellas igualmente no preequipadas, como las rojas, pero donde además su aseguramiento es difícil dada la naturaleza o calidad de la roca, por lo que su color determinaría que son rutas arriesgadas que obligan a seguros muy espaciados o dudosos. Su grado de dificultad abarca el mismo rango de todas las anteriores, pero su color mostraría que se trata de rutas de excepcional compromiso.
Aunque el código está orientado a definir cada uno de los trazados en su totalidad, nada impide que sea también aplicado parcialmente, para diferentes largos e incluso pasajes en una misma ruta. Así, podría darse el caso de una ruta cuyo primer largo sea verde, con parabolts y descuelgue; el segundo sea azul porque esté parcialmente equipado; el tercero rojo porque exija la colocación de todas las protecciones; y el cuarto negro si implica un riesgo excesivo. Corresponde al colectivo de escaladores decidir cómo aplicar los colores pertinentes.
De aplicarse este código de colores se resolverían gran parte de los problemas actuales de definición de las vías de escalada. El usual panel de rutas en un lienzo de pared mostraría diversos colores: verde, azul, rojo o negro, y de un solo vistazo descubriríamos cuáles son más o menos expuestas. Es frecuente ir alguna vez a una zona nueva sin información previa y elegir en los croquis publicados una ruta de dificultad menor de entre las allí descritas, para terminar sin embargo en una ruta ardua y compleja, no preequipada, que se hace mucho menos que otras de graduación superior, dado que estas últimas tienen todos sus anclajes ya puestos, y son por tanto preequipadas.
De igual forma, es habitual el caso de escaladores que han abierto rutas desde abajo, autoasegurándose al hacerlo, y las han dejado limpias porque esta es su forma de entender la escalada, a quienes se les ha profanado el trazado con la incorporación de anclajes fijos por parte de escaladores posteriores. No existe defensa actualmente ante esa hipotética profanación, porque la información que se transmite entre escaladores, en estamentos deportivos, medios de prensa o internet no determina específicamente esta situación y la profanación pasa desapercibida.
En un escenario ideal de aplicación de este código de colores, el mapa futuro de las vías de escalada mostraría claramente la naturaleza de las rutas, además de su dificultad. Las primeras ascensiones desde abajo y aceptando elevado compromiso serían adecuadamente valoradas en comparación con aquellas que se hacen desde arriba con un taladro debajo del brazo. Las rutas alpinas en montañas lejanas habrían de mostrar casi inevitablemente colores rojo o negro en sus graduaciones, informando en ese caso de su grado de compromiso, que ahora no se advierte.
Para la definición del color en los casos en que este no pueda ser mostrado, por ejemplo un croquis pintado a mano o una publicación monocolor, propongo igualmente las siguientes siglas de acuerdo al idioma inglés, por ser este internacionalmente empleado y reconocido en todos los países: VERDE = (G) (Green), AZUL = (B) (Blue), ROJO = (R) (Red), NEGRO = (K) (blacK), este último K por diferenciarse del azul, con el que comparte la misma inicial en inglés. Esta inicial, en mayúsculas y entre paréntesis para no confundirla con otra información, se añadiría a continuación del grado de dificultad, por ejemplo 7a(G), 6b(B), V+(R) o 6c(K). El código sería utilizable en cualquier escala de graduación de dificultad».
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Imagen: Podrían quedar así los croquis aplicando el código VARN de riesgo