PEÑA SANTA RECUPERA EL ANTIGUO REFUGIO DE VEGA HUERTA

Ha sido reconstruido tal y como fue el original

{gallery}/Imagenes/Actividades/Alpinismo/2012/120124_refugio-vega-huerta.jpg{/gallery}Desde los años ochenta del pasado siglo, los escaladores y montañeros que llegaban a Vega Huerta con el ánimo de escalar la pared sur de Peña Santa o sencillamente en el curso de una excursión, si querían pasar la noche allí

se veían obligados a vivaquear al raso o en una tienda de campaña porque el refugio que aparecía reseñado en algunos mapas no existía. O mejor dicho, de él solo quedaban restos de uno de sus muros.
 
El viejo refugio de Vega Huerta, del que se conservan muchas fotografías, fue construido para resguardar a los guardas del Parque Nacional de Covadonga, por la Secretaría de Parques según unos autores en 1931 o 1932, según otros en 1936.

Se trataba de una rústica construcción de piedra en forma de bóveda de cañón, con capacidad para media docena de personas, diseñada por el montañero y arquitecto Julián Delgado Úbeda, que se inspiró en el refugio de Tucarroya, construido en 1899. Este diseño se utilizó en varios refugios de Picos de Europa, y, con algunas variaciones, en Pirineos. Las inclemencias meteorológicas y la falta de mantenimiento fueron degradando poco a poco el refugio hasta que definitivamente la bóveda se desplomó en la década de los setenta.

Hace dos veranos, el Parque Nacional de Picos de Europa, y en especial la codirectora Esperanza Martínez Puebla, decidieron reconstruir el refugio para que volviera a ser utilizado con el fin para el que fue construido: dar refugio a los guardas del Parque Nacional y, de paso, a todos los montañeros que puedan necesitarlo.

Según reconoció a esta redacción, fue la propia Esperanza Martínez quien puso mucho empeño en que el refugio se levantara con la “misma forma que tuvo en su día”. Para ello se utilizaron fotos antiguas e incluso se ha utilizado los bloques de mampostería originales que estaban desparramados por Vega Huerta. “La única diferencia –señala Esperanza Martínez- es que se ha utilizado una estructura metálica para construir el tejado. Así se garantiza que aguantará de pie muchos años”.

El refugio se ha equipado con una mesa, dos bancos y una litera de hierro y hormigón con capacidad para unas cuatro personas -ocho si se aprietan mucho, según nos confesaba Isidoro Rodríguez, autor de la foto que acompaña a esta noticia. No se ha construido chimenea porque, según nos contaba la co-directora del Parque Nacional, “se han convertdio en basureros en los refugios de Ordiales y Frades”. La falta de civismo de algunos excursionistas es lo que ha llevado al Parque a construir las literas con cemento: “Si las hubiésemos construido de madera seguro que hubieran terminado alimentando una hoguera”. Así que recordad: si pensáis dormir en el “nuevo” refugio de Vega Huerta, no olvidéis una buena colchoneta. Vuestra espalda os lo agradecerá. [Fuente: Dioni Serrano, Desnivel] [Imagen: Isidoro Rodríguez]